La declaración de Iñaki Urdangarín ante el juez Castro, ha puesto de manifiesto la otra característica tradicional de la familia Borbón y allegados, además de la corrupción, la cobardía.
Este ''principito español'' nos ha mostrado una vez más los rasgos de esa ''familia'', históricamente empeñada, en colaboración con otros poderes fácticos, en impedir el desarrollo social, cultural,..., de los Pueblos del Estado Español, la cobardía, la indecencia, la mentira...A Urdangarín le ha faltado tiempo para acusar a todo su entorno ''empresarial'' con el único afán de salvarse él y a la ''Infanta''; y en este último caso porque es su ''salvavidas''.
Al final de esta historia algunos medios de comunicación no sólo intentarán redimir ''al niño bonito'' de la familia real, sino que pretenderán convencernos de que fue el único, que no sólo no colaboró con las actividades criminales del entramado Noós, sino que facilitó su desmantelamiento. En una operación mediática similar a la montada en torno al pronunciamiento militar del 23-F de 1981 con suegro, Juan Carlos, a pesar de ser público y notorio, que éste estaba perfectamente al tanto, desde sus inicios, de aquella operación político-militar.
Tras un momento de vacilación y de, parecer ser, diferencias de estrategia entre Sofía y Juan Carlos, en cuanto a el cómo abordar la cuestión ''Urdangarín'', se ha impuesto la linea de -mantenella y no enmendalla- es decir de no hacer la mínima concesión en el asunto a los ''súbditos'', línea que la Reina consorte impulsó desde el principio.
La idea básica parece ser aquella, de que en medio de un endurecimiento global: político, social, civil,..., no conviene dar ni un paso atrás en ningún frente, porque una vez se empieza a retroceder, no se sabe en donde puede acabar la cosa.
En este Estado es imposible la lucha por la profundización democrática, por la justicia social o por la soberanía de los Pueblos, sino se incluye como elemento central la lucha contra la Monarquía reimpuesta por Franco, la lucha por la República, en síntesis la lucha por el cambio de Régimen.
Ahora bien la lucha por la República, para ser creíble y asumible, para el conjunto de los movimientos populares en este Estado, tiene que corregir los errores de las anteriores experiencias republicanas.
Es imprescindible la inclusión del derecho de autodeterminación y por tanto la plena soberanía política de los Pueblos bajo la jurisdicción del Estado entre los puntos programáticos de cualquier movimiento republicano que pretende tener éxito.
Comuner@s del Siglo XXI
Castilla a 27 de febrero de 2012.
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